Las emociones atrapadas son energía que puede afectar a diferentes órganos o tejidos.
Cuándo la emoción se produce es importante soltarla porque si se queda atrapada comienza a controlar:
1. Nuestros pensamientos, ya que no dejamos de pensar en ese tema
2. Nuestros actos, porque cuando sentimos una emoción tendemos a actuar externamente según nos sentimos, no cómo realmente somos.
3. Nuestra vida, en el momento que obtenemos consecuencias en nuestra vida relacionadas con nuestros actos. Estas situaciones podrían ser discordias con los demás, desgana por hacer cosas, no disfrutamos de la vida...
Puedes comenzar a analizar tu mochila emocional haciéndote algunas preguntas:
1. Cada vez que me paralizo ante algo que siento, ¿cuál es la emoción que más se repite en mi?
2. Cuando estoy en una situación delicada ¿qué emoción me caracteriza?
Puedes pararte, relajarte, sentir la emoción, etiquetarla y después, en ese momento, será cuando puedas comprenderla y soltarla.
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